Hola a todos,
En 1996, 25 países dieron lugar a la creación del FSC (Consejo
de Administración Forestal) que es una muy buena iniciativa.
Se trata de que básicamente cualquier producto que esté fabricado con madera, lleve consigo un certificado ecológico, conforme esa madera no proviene de la tala ilegal de bosques, sino que ha sido sustraída de bosques en los que impera un control medioambiental.
En mi opinión, podría darse el caso de que dicha iniciativa,
precisamente, no pasara a un nivel más alto, y por lo
tanto, quedara asentada en calidad de iniciativa.
Considero realmente importante la existencia de bosques
en nuestro planeta. Rebajando el nivel de abstracción,
para dar un ejemplo más claro, a nadie le gustaría vivir
en una ciudad en la que no existe ninguna zona verde y
que por lo tanto, soporta altos niveles de
contaminación. En Barcelona por ejemplo, se observa que
los días posteriores a una buena lluvia, el aire que se
respira es distinto y la atmósfera queda mucho más
limpia. Son bien sabidas además las ventajas de tener
zonas verdes en una ciudad: mejora la calidad de vida
de los ciudadanos a efectos de polución, a efectos
también del aura de los mismos, etc. Es por esto, que
si nos transladamos a un nivel planetario, podría servir
este ejemplo como equiparación, a modo de muestra dentro
del conjunto de nuestro planeta: dada la evolución de
muchas de las economías más potentes del mundo, y la
filosofía de nuestro sistema económico de querer ir
siempre a más, es normal por ejemplo que (como se dice
en la página web propuesta por el profesor) la
superfície arbórea en España vaya reduciéndose. Creo
que a nadie le interesa que desaparezcan los bosques en
España (excepto a los especuladores urbanísticos y
promotores, que quizá si puedan salir beneficiados,
provocando muchos de ellos incendios provocados en nuestro país.
¿No os parece extraño que una denigrante mayoría de los incencios
que se producen en nuestro país, se produzcan en zonas turísticas
y con un claro atractivo para constructores y promotores?).
Creo que deberíamos preguntarnos todos qué ha sido de la
ardilla que era capaz (no hace muchos años) de ir de
árbol en árbol desde Asturias hasta el sur de Andalucía,
ejemplo que seguro hemos oído todos alguna vez. Es por
esto, que dada la imperiosa necesidad de mantener
nuestros bosques, tanto en España como en el planeta, me
resulta inadmisible que la certificación forestal sea de
aplicación voluntaria. Es algo que genera externalidades
positivas para todos, y por lo tanto, debería ser de
obligado cumplimiento, impuesto por las administraciones
u organismos internacionales que tuvieran capacidad
coactiva y pudieran sancionar su incumplimiento. Sin
embargo, parece ser que las necesidades empresariales
son las que al final rigen en este tipo de situaciones.
Porque, como dice la web, si bien es cierto que la
aplicación de la certificación es voluntaria, cada vez
más empresas se acojen a esta certificación. De acuerdo,
y si eso es cierto ¿cómo es posible que la superficie de
bosques siga disminyendo?. Y respondiendo a la primera
pregunta del debate: en mi opinión no creo que los
consumidores sepan nada de esta certificación. Yo al menos,
es la primera vez que oigo algo sobre dicha certificación.
Aunque la próxima vez que vaya a IKEA me fijaré...
Quizá una buena
campaña de concienciación ciudadana ayudaría al alcance
de un mejor conociemiento de esta iniciativa. Y quizá también,
por qué no, una campaña publicitaria subvencionada o costeada
por un conjunto de empresas que dieran una aportación para la
financiación de dicha campaña.
Y respecto a los efectos de esta iniciativa del FSC, considero que toda iniciativa, propuesta
o política encaminada a la preservación y conservación
del medio ambiente generará SEGURO efectos positivos. La
contaminación en términos económicos genera
externalidades negativas, con lo que este tipo de
propuestas son lo antagónico a la contaminación. Lo que
si quisiera dejar a modo de pincelada, es la siguiente
pregunta: Dadas las alturas en las que estamos en pleno
siglo XXI, con los niveles de contaminación que tenemos
a nivel planetario, problemas como el agujero en la capa
de ozono, contaminación de aguas, desertización de
suelos, extinción de espacios naturales con el efecto
arrastre que conlleva eso para los animales, el hecho de
que los polos se estén derritiendo, la subida del nivel
del mar, etc... ¿tiene sentido seguir debatiendo sobre
qué debemos hacer al respecto? Los más conservadores
responden que, lo queramos o no, dado nuestro modo de
vida, la organización social y su organización productiva
en occidente(y cada vez
más en oriente) las empresas y grupos de presión no
permitirían una clara y contundente restricción a la
contaminación (para ejemplo, la evasiva de EEUU a la
hora de firmar Kioto) por sus pérdidas de competitividad
y por lo tanto, de beneficios. De acuerdo que eso no
puede hacerse de la noche a la mañana, pero si se puede
promover (como es el caso del FSC) la consecución a
medio plazo de una armonía con nuestro planeta.
Y le recuerdo al profesor la existencia de los incentivos fiscales
a la inversión, que sin coaccionar, fomentan el uso de terminadas
conductas en las empresas. ¿Verdad que existen incentivos fiscales a
la inversión para empresarios en caso de que contraten M.O.
que reúna una serie de características?
Pues esto quizá podría ser lo mismo...
Un saludo a todos.
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1 comentario:
leido con más atención. Provocativo e impecable. surgio el empresario que desmontara el sistenma?
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